(Pisa, actual
Italia, 1564-Arcetri, id., 1642) Físico y astrónomo italiano. Fue el primogénito
del florentino Vincenzo Galilei, músico por vocación aunque obligado a dedicarse
al comercio para sobrevivir. En 1574 la familia se trasladó a Florencia, y
Galileo fue enviado un tiempo –quizá como n ovicio– al monasterio de
Santa Maria
di Vallombrosa, hasta que, en 1581, su padre lo matriculó como estudiante de
medicina en la Universidad de Pisa. Pero en 1585, tras haberse iniciado en las
matemáticas fuera de las aulas, abandonó los estudios universitarios sin obtener
ningún título, aunque sí había adquirido gusto por la filosofía y la literatura.
En 1589 consiguió una plaza, mal remunerada, en el Estudio de Pisa.
Allí
escribió un texto sobre el movimiento, que mantuvo inédito, en el cual criticaba
los puntos de vista de Aristóteles acerca de la caída libre de los graves y el
movimiento de los proyectiles; una tradición apócrifa, pero muy divulgada, le
atribuye haber ilustrado sus críticas con una serie de experimentos públicos
realizados desde lo alto del Campanile de Pisa. En 1592 pasó a ocupar una
cátedra de matemáticas en Padua e inició un fructífero período de su vida
científica: se ocupó de arquitectura militar y de topografía, realizó diversas
invenciones mecánicas, reemprendió sus estudios sobre el movimiento y descubrió
el isocronismo del péndulo.
Pero la profesión de copernicanismo contenida
en el texto provocó una denuncia ante el Santo Oficio; en 1616, tras la
inclusión en el Índice de libros prohibidos de la obra de Copérnico, Galileo fue
advertido de que no debía exponer públicamente las tesis condenadas. Su silencio
no se rompió hasta que, en 1623, alentado a raíz de la elección del nuevo papa
Urbano VIII, publicó El ensayador, donde expuso sus criterios metodológicos y,
en particular, su concepción de las matemáticas como lenguaje de la naturaleza.
La benévola acogida del libro por parte del pontífice lo animó a completar la
gran obra con la que pretendía poner punto final a la controversia sobre los
sistemas astronómicos, y en 1632 apareció, finalmente, su Diálogo sobre los dos
máximos sistemas del mundo; la crítica a la distinción aristotélica entre física
terrestre y física celeste, la enunciación del principio de la relatividad del
movimiento, así como el argumento del flujo y el reflujo del mar presentado
(erróneamente) como prueba del movimiento de la Tierra, hicieron del texto un
verdadero manifiesto copernicano.
El Santo Oficio abrió un proceso a Galileo que
terminó con su condena a prisión perpetua, pena suavizada al permitírsele que la
cumpliera en su villa de Arcetri. Allí transcurrieron los últimos años de su
vida, ensombrecidos por la muerte de su hija Virginia, por la ceguera y por una
salud cada vez más quebrantada. Consiguió, con todo, acabar la última de sus
obras, los Discursos y demostraciones matemáticas en torno a dos nuevas
ciencias, donde, a partir de la discusión sobre la estructura y la resistencia
de los materiales, demostró las leyes de caída de los cuerpos en el vacío y
elaboró una teoría completa sobre el movimiento de los proyectiles. El análisis
galileano del movimiento sentó las bases físicas y matemáticas sobre las que los
científicos de la siguiente generación edificaron la mecánica física.
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lunes, 20 de agosto de 2012
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