martes, 4 de septiembre de 2012

El cannabis y su consumo en la adolescencia


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Existen diferentes momentos, desde el punto de vista biológico, que son vitales para el desarrollo de los organismos.
Uno de ellos es el periodo en el cual el individuo se desarrolla antes del nacimiento [1] y el segundo más importante es la adolescencia [2].
Desde el punto de vista del desarrollo del sistema nervioso, la adolescencia es un periodo de consolidación del sistema, donde las neuronas reafirman sus conexiones (sinapsis) esenciales para el desarrollo cognitivo y emocional del individuo [3].
Y es que poco es sabido acerca de uno de los sistemas que participan en el desarrollo del sistema nervioso. Se trata del sistema cannabinoide endógeno.
“El cannabis endógeno”
Si bien es cierto que conocemos las particularidades de esta familia sustancias por sus efectos sobre el sistema nervioso, la opinión pública desconoce por qué los humanos respondemos a esas sustancias.
Biológicamente los humanos, presentamos una serie de moléculas denominadas receptores de cannabinoides (CB1 y CB2). Estas moléculas son receptores de membrana (tipo siete segmentos transmembranales) que presentan función diversa dependiendo del tejido.
Los receptores CB1 se encuentran principalmente en las neuronas del cerebro, la médula espinal y el sistema nervioso periférico (pudiendo estar presente en otros tejidos). Las regiones donde se presenta una mayor concentración de estos receptores son las regiones del cerebro responsables del movimiento (ganglios basales, cerebelo), del procesamiento de la memoria (hipocampo, corteza cerebral) y de la modulación del dolor (ciertas partes de la médula espinal, sustancia gris periacueductal). La activación de los receptores CB1 tiene un efecto protector del sistema nervioso.
Los receptores CB2 se encuentran principalmente en las células del sistema inmune.
Adicionalmente, estos receptores deben su actividad a una serie de ligandos de tipo endógeno, los endocannabinoides. Estos son moléculas de origen acido graso poli-insaturado. Los más conocidos son las anandamida (N-araquidonil-etanolamida, AEA), el 2-araquidonil-glicerol (2-AG), el éter del 2-araquidonil-glicerol, el O-araquidonil-etanolamina, y la N-araquidonildopamina (NADA).
Los ligando más estudiados han sido la anandamida y el araquidonil-glicerol. Éstos, son sintetizados en función de los requerimientos del cuerpo, de manera que una vez han actuado son rápidamente recaptados y metabolizados en el interior celular.
¿Qué ocurre en la adolescencia?
Investigadores de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) han presentado recientemente un estudio en el que se evalúa la influencia de la administración de cannabinoides durante la adolescencia en ratas.
El trabajo, publicado en la revista Neuropharmacology, incide en la importancia del sistema GABA/glutamato durante el desarrollo del sistema nervioso y cómo éste queda afectado por el consumo de cannabinoides.
El Dr. Emilio Ambrosio, directo del estudio, junto con sus colaboradores, administró un agonista cannabinoide (el CP 55,940) a ratas adolescentes (entre 28 y 38 días después del nacimiento). Los efectos de la administración de esta sustancia se evaluaron en la edad adulta (aproximadamente entre los días 93 y 96 post-parto) mediante la extracción de fluidos procedentes del cerebro a través de microdiálisis. Los fluidos fueron analizados mediante electroforesis capilar y determinados los niveles de los neurotransmisores GABA y glutamato.
A nivel tisular, se determinaron los niveles de transportadores de glutamato, GABA, NMDA y cannabinoides mediante autorradiografía.
Los resultados mostraron una disminución de los niveles de glutamato, tras estimulación con potasio,  en hembras que habían sido expuestas a cannabinoides.
Sin embargo no hubo alteración en los niveles de los transcritos (ARN mensajero) correspondientes a los transportadores de glutamato, ni gliales ni neuronales.
Si existió cierta correlación entre el consumo de cannabinoides y un descenso moderado en la expresión del gen de transportador de GABA (GAT-1).
Sin embargo, los receptores de NMDA mostraron un descenso en su capacidad de ligando en las hembras tratadas con cannabinoides, mientras que los receptores tipo GABA-A mostraron un aumento en su capacidad ligando en esos mismos individuos
La principal conclusión de este trabajo radica en el sistema glutamato/GABA en el hipocampo de las hembras de rata expuestas a cannabinoides. El hecho de que se produzca un aumento de GABA y una disminución de glutamato, puede causar efectos post-sinapticos, siendo de alguna manera compensado por el aumento de autorreceptores de GABA.
Esta situación de descompensación ocasiona déficits en el aprendizaje, alteraciones en el control de las emociones, síntomas de psicosis o situación depresiva, todo ello en adultos que han presentado un consumo de cannabis en la adolescencia. El cerebro, aún siendo un sistema plástico que tiende a acomodarse y evolucionar a las condiciones a las que se le somete con el fin de mantener convenientemente las funciones para las que se encuentra diseñado, no siempre logra compensar los déficits.

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