lunes, 18 de febrero de 2013

CÓMO RELAJARTE RÁPIDAMENTE EN LOS EXÁMENES


Los estudiantes que habitualmente tienen graves problemas como consecuencia de sus intensas sensaciones de inquietud en los exámenes, obtendrán muchas ventajas asegurándose la capacidad de relajarse rápidamente, incluso en las condiciones reales del examen. 

Existen, cuando menos, tres razones por las que la capacidad de relajarse rápidamente en un examen puede beneficiar al examinando. Una: es más que probable que estarás más cómodo/a, ya que las salas de exámenes generalmente no están diseñadas pensando en la comodidad de quienes han de pasar por ellas. Dos, puede evitar los calambres musculares. Los «calambres del escritor» son un fenómeno clásico cuando los músculos de la persona que está escribiendo están al límite de sus posibilidades. Tres, bajar con la mente relativamente relajada (dado el alto nivel de actividad que es normal en un examen) propiciará una mayor flexibilidad de pensamiento. Necesitarás estar en disposición de utilizar tu memoria y aprovechar tus aptitudes al máximo y para ello habrá de mantener tu sistema mental organizado pero distendido y a punto para trabajar de manera eficaz. 
Una vez establecido lo que probablemente es obvio para la mayoría de las personas experimentadas en todos estos lances relativos a los exámenes, ¿qué puede hacer una persona que tiende a inquietarse en un examen, para mantener una actitud flexible y relajada ante el examen? 
Para mantenerse (relativamente) relajado en los exámenes:

— Periódicamente, cierra los ojos y respira profundamente de una manera cómoda, y deja salir el aire, despacio y tranquilamente. Al tiempo que expulsas el aire di relájate y siente que la tensión sale de tu cuerpo. 
— Mientras te relajas durante la respiración profunda, deja que tus brazos caigan a lo largo de tu cuerpo. Siente el calor de la sangre fluyendo por tus manos. Imagina que la tensión está saliendo por la punta de los dedos. 
— Flexiona y relaja varias veces los músculos de tus dedos para provocar la circulación de la sangre. 
— Cambia la posición de tu cuerpo suavemente para permitir que fluya más sangre por tus muslos, nalgas y espalda. Haz los movimientos lenta y suavemente de manera que no puedas molestar a tus compañeros. 
— Estira los brazos, piernas y espalda. 
— Toma otra vez aíre suave y profundamente y di: 'relájate' al tiempo que sale el aire, y vuelva a tu trabajo en el examen.

Todo el proceso de respirar, dejar los brazos colgando, flexionar los dedos, cambiar de postura y respirar de nuevo puede realizarse en unos treinta segundos, más o menos. Los beneficios que se pueden derivar del descanso periódico para relajarse, hacen que esta inversión de tiempo bien merezca la pena. Con objeto de experimentar las sensaciones del proceso, ¿por qué no intentas ahora todas las etapas? Practicar es la clave para una mejor actuación.

Resumen 
Tratar la inquietud y los «nervios» que pueden asaltar y afectar a la mayoría de los candidatos a aprobar un examen requerirá una temprana y enérgica campaña. Esta sección se ha ocupado de las tres cuestiones principales que conforman un método activo de aprendizaje para la inquietud ante los exámenes:

aprender a relajarse a voluntad;

utilizar la insensibilización sistemática para neutralizar la inquietud de los exámenes;

y aprender a tratar la inquietud en la sala de exámenes.


Los puntos más importantes de esta sección quedan resumidos a continuación.

Aprender a relajarte: 
— Practica todos los días. 
— Establece la expectativa de que vas a relajarte. 
— Ponte en situación de máxima tranquilidad y comodidad. 
— Centra tu atención en su respiración. 
— Estrecha el ámbito de tu atención utilizando la imaginación. 
— Preséntate a si mismo/a sugestiones positivas y realistas. 
— Vuelve al «aquí y ahora». 
— Registra tus progresos diarios en el aprendizaje de las técnicas de relajación.

Practicar la insensibilización sistemática para neutralizar la inquietud producida por los exámenes: 
— Estructura una jerarquía de valores de la inquietud producida por los exámenes. 
— Relájate. 
— Preséntate a ti mismo/a escenas de esta jerarquía mientras estés relajado/a. 
— Avanza por la jerarquía hasta que completes totalmente la serie.

Relajarte durante el examen: 
— Haz pausas breves y periódicas durante el examen. 
— Cierra los ojos y relaja tu cuerpo y tu mente.

— Estira tus extremidades y cambia la posición de tu cuerpo. 
— Comprueba si tu respiración sigue un ritmo lento y regular.