lunes, 10 de diciembre de 2012


LOS APUROS DE TIEMPO
DEL ESTUDIANTE QUE TRABAJA

Los estudios a tiempo parcial plantean algunos retos particularmente difíciles para quienes han de superar unos exámenes. Ser trabajador a jornada completa y estudiante a tiempo parcial puede ser una existencia un tanto ajetreada: trabajar todo el día y estudiar casi todas las noches. Los fines de semana hay que dedicarlos enteros a ponerse al corriente de lecturas atrasadas y a preparar los ejercicios escritos. Parece que no hay tiempo, o muy poco, para las demás cosas. Este tipo de vida puede resultar aceptable para un recluso con inquietudes académicas, pero la mayoría de la gente busca algo más en la vida que trabajar y estudiar, solamente. 

Para poder seguir satisfaciendo tus necesidades de relación y de esparcimiento, sin mencionar el dormir y el comer, tendrás que hacerse un excelente administrador de su tiempo. Virtualmente cada minuto del día tendrá que ser utilizado efectiva y eficientemente para ajustarte a todas las actividades que quieras realizar. Todas las estrategias para ahorrar tiempo aplicadas con anterioridad deben ser utilizadas incluso con más severidad por el estudiante a tiempo parcial. 

Piensa creativamente en las oportunidades de sacar tiempo para el estudio de donde previamente no lo había. Por ejemplo, habla con su jefe y pregúntale si puede darte cuatro o cinco horas libres a la semana para sus estudios (o más, si puedes conseguirlo). La petición estaría perfectamente justificada si tu curso de estudios está directamente relacionado con el tipo de trabajo que estás haciendo en la empresa. Algunas compañías e instituciones han incorporado permisos para estudios en sus condiciones de trabajo para varios puestos. 

Si tu trabajo es en casa con el cuidado de los niños y las labores domésticas, puede existir una oportunidad similar. Comenta con tu pareja o con una amiga la posibilidad de tomar una tarde libre, apartándote de la escena doméstica, para continuar con tus estudios. Si no es posible, tus estudios se tendrán que ajustar simplemente a su rutina diaria. Trata de escuchar las cintas mientras friegas o limpias el polvo. Aprovecha al máximo el tiempo cuando los niños estén dormidos. Después de haber parado un poco para reposar, centra tu mente en tus estudios. Analizando cuidadosamente tus días normales, probablemente podrás encontrar pequeños ratos libres aquí y allí que puedan ser utilizados con más eficacia.

Fuente: http://www.tecnicas-de-estudio.org/examenes/examenes12.htm

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