viernes, 13 de septiembre de 2013

LOS PRINCIPIOS DE LA BUENA ORATORIA (I)



1. Antes de comenzar a hablar espera a que se haga silencio

Cuando el silencio sea total, comienza a hablar, de lo contrario espera; esto creará expectativas en tu profesor, examinador o auditorio, y el mismo se encargará de crear silencio.

Para abrir una presentación, necesitas un gancho que capte la atención del profesor o de los oyentes. Para interesarlos, tal vez sería conveniente hacer una pregunta, o empezar con una buena anécdota.

2. ten en cuenta la importancia de tu posicion y buena presencia personal

La presencia es lo primero que se comunica, y muchas veces determina la eficacia del mensaje. Debes transmitir confianza, porque la confianza es muy atractiva. Tu cuerpo debe estar perfectamente compuesto, relajado.

La buena posición es un principio que condiciona el éxito de la exposición.

· Estando parado/a, coloca los pies a treinta centímetros de distancia con los dedos apuntando hacia el frente, y un pie ligeramente adelante del otro. Los dos pies deben estar apoyados firmemente en el suelo, para evitar movimientos que sugieran nerviosismo. Céntrate en la parte delantera de las plantas, no sobre los talones. Los jugadores de golf, básquetbol, tenis y béisbol se apoyan en la parte delantera de las plantas cuando están listos para jugar.

· No aprietes las rodillas, esto dificulta la circulación.

· Relaja los brazos a los costados, las manos deben estar sueltas.

· Respira profundamente por la nariz. Esto levantará el pecho y alineará el cuerpo desde la cabeza a los pies.

· Ya sea de pie o sentado, tu respiración debe ser regular y tranquila. Siempre que te sea posible, respira lentamente, en forma consciente, seis o siete veces antes de comenzar a hablar.

· Relaja los hombros y los brazos a los costados.

· Es aconsejable que elimines la rigidez física durante la disertación, mediante una correcta movilización y utilización de manos, ojos y rostro.

· Los gestos espontáneos permiten lograr una soltura mental y emocional, factor importante de deshinibición, al mismo tiempo que mantienen al auditorio interesado.

· Las manos caídas a los costados, la mirada floja y la distensión, son los puntos fundamentales a tener en cuenta.

· Debes siempre evitar tener objetos en las manos que puedan desviar la atención de los oyentes. Pero en aquellas circunstancias en que sea necesario valerse de ayudas visuales u otros elementos, hay que darles un tratamiento especial: no mostrarlos hasta que estemos dispuestos a usarlos; en ese momento, todos deben verlos, y la disertación debe dirigirse al auditorio y no a esos objetos. Cuando termine la necesidad de utilizarlos, deben ser guardados de modo tal que nadie los vea (evitando distraer la atención de los oyentes). Los apoyos visuales, simplifican los conceptos, añaden interés y persisten (como memoria visual) en el oyente. Las imágenes tienen un poder permanente. Por otro lado, los apoyos visuales aclaran tus ideas y te permiten mantener más fácilmente el rumbo. Pueden incluso derribar las barreras del idioma. Pero es muy importante programar exactamente el uso de los pizarrones, cartulinas, dispositivas, filmaciones, etc., definiendo cómo y cuándo se utilizarán.

· Con respecto a los ojos, debes repartir la vista en todos los oyentes, sin que se pose demasiado en alguno de ellos en particular. Provoca gran malestar en el oyente sentirse mirado, con insistencia, por el orador. Establece contacto visual para entablar relaciones. Habla uno por uno con los profesores o compañeros que componen un grupo. Utiliza todo el cuerpo para reforzar el mensaje. Inclínate hacia adelante, hacia el público. Haz ademanes firmes para no distraer la atención de tu mensaje.

· La posición adecuada para hablar en público es de pie; sin embargo, es conveniente sentarse por breves momentos, a efectos de descansar, tanto el orador como el auditorio.

· No distraigas al público con algún detalle de tu atuendo, o por jugar con algún objeto.

· Recuerda que muchos errores en la posición pueden descubrirse practicando frente a un espejo.

· Si se te secó la boca, lentamente toma un sorbo de agua para mojar los labios; luego, con tanta lentitud como calma, deposita nuevamente el vaso en su lugar.

3. NO ABANDONES EL TEMA

La disertación debe tener un OBJETIVO, y tienes que avanzar hacia él en forma progresiva. Sin embargo, existe el peligro de que al enriquecer la exposición (o el examen oral) con ejemplos y referencias, te apartes del tema central. Es necesario que persistas en el tema, evitando al mismo tiempo interrupciones de los compañeros u oyentes cuando éstas deriven la cuestión hacia temas tangenciales.



No hay comentarios:

Publicar un comentario